miércoles, 31 de octubre de 2007

Retorno a la téchne

Retorno a la téchne: Sobre Cecil Balmond


Por la arquitecta Michelle Linden.
Traducción: julie olivari

En la presente era digital, caracterizada por la facilidad de las renderizaciones y animaciones, muchos arquitectos están enamorados de las formas y los modelos posibilitados por la gran cantidad de avances en las tecnologías de diseño y construcción. De hecho, ninguno lo está tanto de la forma como Cecil Balmond. Sin embargo a diferencia de muchos otros diseñadores, el trabajo de Balmond está fundamentado por la ciencia subyacente a la belleza, en lugar de la mera exhibición de la forma por la forma.
Como subdirector de la renombrada firma de ingenieros Ove Arup Asociados, Balmond transforma constantemente la manera en la que entendemos la estructura y la creación arquitectónica. Balmond es también un verdadero colaborador y trabaja con los arquitectos en las primeras etapas de diseño conceptual, ayudando a desarrollar las ideas estructurales y de planificación que a menudo definen un proyecto. Su trabajo se ha convertido en una investigación sobre la ciencia y el oficio de la arquitectura, en vez de la tradicional metodología de la ingeniería. Balmond se esfuerza por integrar el espacio, la forma y la estructura en un cuerpo coherente, dando en todo momento sentido al diagrama arquitectónico, y a menudo, empujando al arquitecto a repensar el propósito del diseño.



Kinas TV, Beijing, ARUP/OMA Architect © ARUP/OMA.
Cortesía de Louisiana Museum, Denmark.

Durante años, Balmond ha sido un innovador en el campo de la ingeniería. Arquitectos en todo el mundo como Rem Koolhaas, Toyo Ito y Daniel Libeskindincorporan a Balmond no sólo por sus ingeniosos procesos cognitivos en el momento de resolver complejos problemas de ingeniería, sino para trabajar cooperativamente para mejorar y desarrollar el propio diseño. Su éxito se debe tanto a sus soluciones ingeniosas como a su pasión por la investigación científica.
Matemáticas y diseño han estado entrelazadas desde hace mucho tiempo, si nos remontamos a los antiguos estudios de la téchne y la fabricación. La téchne, entendida como la creación de arte o con oficio a través de la aplicación del conocimiento práctico, tiene claras implicaciones en el campo de la arquitectura y la ingeniería. Por ejemplo, si nos remontamos a los griegos, los romanos o la arquitectura del renacimiento, el estudio de la sección de oro ha fascinado a los diseñadores a lo largo de los tiempos. Una fórmula cuyos cálculos ofrecen aparentemente una proporción perfecta y bella. Así la sección de oro es uno de los primeros ejemplos de matemáticas utilizadas en el arte. A lo largo del tiempo, otras teorías matemáticas han influenciado el desarrollo artístico, incluidas las propiedades estadísticas de los fractales y los procesos irregulares de la teoría del caos. En particular, los fractales han influido significativamente en los actuales diseños racionales. Estos patrones irregulares y las estructuras encontradas en la naturaleza repetidas a escalas infinitamente pequeñas, producen formas y superficies irregulares, que antes habrían sido imposibles de definir con la geometría clásica. Recientemente, el uso de la modelización con ordenador ha permitido a los ingenieros como Balmond, una mejor comprensión y uso de los fractales como una herramienta de diseño.



Serpentine Pavillion, Londres, 2002. Toyo Ito/Cecil Balmond © ARUP.
Cortesía de Louisiana Museum, Denmark.

Como director de la Unidad de Geometría Avanzada (AGU) de Ove Arup, Balmond investiga estos conceptos matemáticos y su influencia en las formas naturales y en las estructuras, a través de una gran variedad de investigaciones científicas, como la música, los algoritmos o las estructuras celulares malignas, estudiando la base de los patrones y del orden estructural. Este trabajo teórico en matemáticas y en ciencia, es la clave fundamental de su proceso de diseño, generando un gran número de conceptos abstractos que ayudan a definir la expresión tectónica o constructiva.
Las constantes ramificaciones artísticas de estos patrones matemáticosmuestran el verdadero genio de Balmond, como podemos observar en el diseño del Serpentine Pavillion de Londres, obra de Ito y Balmond. Aquí utiliza su conocimiento acerca de los algoritmos fractales, que actúan como el primer agente organizador, permitiendo que el pabellón exista como una entidad holística, donde la estructura y la forma son uno y lo mismo. Balmond destaca claramente de este modo, en la exploración de las ramificaciones artísticas de los patrones matemáticos, y se acerca más al antiguo principio filosófico de la téchne que ningún otro de sus contemporáneos.
Bien a través de la exploración de los fractales o de la noción científica de la complejidad, vemos como esto influye en la evolución de todas sus estructuras. Imaginando formas como respuesta a estructuras, en lugar de trabajar desarrollando un esqueleto estático para una forma preexistente, ha cambiado la forma en la que él y sus colaboradores afrontan la pragmática del diseño arquitectónico. Trabajando constantemente como un pionero en este campo, rechaza aceptar las nociones estándar de estabilidad estructural. Al ir más allá de los cauces que hacen un diseño ‘construible’, Balmond permite a los arquitectos, ver formas libres de los habituales límites estructurales. Su preocupación principal es el método racional del diseño, en lugar de una vía más liberal e introspectiva de arte, desarrollando el oficio de la ingeniería tanto respecto a la arquitectura como al diseño, se esfuerza por perseguir el ideal de la téchne griega.
Últimamente este desarrollo de estructuras le ha llevado a trabajar en sus propios diseños arquitectónicos. Así, además de haber colaborado con los arquitectos más destacados del mundo, Balmond está mostrando su propio talento vanguardista para la arquitectura. Prefiriendo una aplicación práctica del conocimiento, en lugar de una aproximación meramente estética, la base de sus diseños reside en sus investigaciones. Es en este desarrollo del arte a través de las matemáticas, donde realmente consigue unir arquitectura, ingeniería y discurso teórico. La Unidad AGU está ahora, empezando a enriquecer su conocimiento de los patrones estructurales en pos de patrones conceptuales de uso y habitabilidad. Este parece ser el siguiente escalón que redefinirá el presente y el futuro del pensamiento arquitectónico, y con ello Cecil Balmond está conquistando el mundo cuyo futuro ha ayudado largamente al medioambiente.

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